miércoles, 26 de octubre de 2011

Sobre el salario mínimo

A continuación reproduzco un correo que le envié hoy a un amigo que hizo una interesante reflexión sobre el salario mínimo. Yo le respondí este mensaje con mi punto de vista y lo comparto con ustedes.

Doctor García:
Le agradezco por el tiempo que se ha tomado para hacer esta reflexión sobre tan importante asunto y compartirla con nosotros. Yo también tengo mi punto de vista sobre el tema y quiero compartirlo con usted. Tenemos coincidencias y algunas diferencias que vale la pena tener en cuenta.
Primero, coincido con usted en que el problema del salario mínimo en Colombia es gravísimo. La cosa está tan grave que, aunque ese mínimo no alcanza para cubrir las necesidades básicas de ningún individuo, también hay muchos trabajando por mucho menos que eso. O sea que esos que ni siquiera llegan a ganar un mínimo consideran privilegiados a los que sí lo ganan. Así de mal estamos.
Sin embargo, también creo que la solución verdadera no está en las manos del comité tripartito que usted menciona, conformado por los representantes de el gobierno, los trabajadores y los empresarios. Las restricciones que tiene este comité son reales. Aumentar el salario mínimo por encima del crecimiento de la producción necesariamente genera inflación, pues al no haber un aumento en la producción de bienes y servicios que absorban el mayor efectivo circulante en la economía, los precios de los bienes que hay disponibles tienden a subir. La inflación nos perjudica a todos, pero principalmente a los pobres que no poseen bienes que se valoricen en períodos de alta inflación. Sin embargo sí les toca ver como, a pesar de recibir un aumento sustancial de su salario, la canasta familiar aumenta mucho más de precio. Eso lo vimos hace poco en Venezuela, cuando el Presidente Chávez decretó, en una medida populista, un aumento general de los salarios de los empleados estatales. La consecuencia de esta medida fue una inflación sin precedentes en el país que inmediatamente evaporó este aumento y que sigue causando estragos.
Entonces, como se puede aumentar el salario mínimo hasta llegar a un nivel tal que realmente alcance para cubrir las necesidades básicas de una familia? La solución es compleja y a largo plazo. La primera condición que se debe dar es un crecimiento sostenido de la economía. Algunos economistas calculan que este crecimiento no debe ser inferior al 5% anual durante un largo período de años. Sin embargo, en Colombia son pocos los años que vemos estas cifras de crecimiento del PIB y lo peor es que nuestra economía depende principalmente de la exportación de commodities (petroleo, carbón, café, etc) sin ningún tipo de valor agregado. Está demostrado que las economías que dependen de la exportación de materias primas (commodities) no son las que se desarrollan. Algunas logran altos crecimientos del PIB en algunos años pero estas industrias emplean principalmente mano de obra no calificada. Por eso latinoamérica está rezagada.
Para que la economía de un país crezca en forma sostenida y esta nueva riqueza sea bien distribuida, de tal manera que genere bienestar a la mayoría de habitantes al permitirles ingresar a la clase media, esta debe estar basada en el conocimiento, en la innovación y la tecnología, y no en las materias primas.
Hace poco leí en The Wall Street Journal un artículo en donde se informaba sobre la guerra que tienen las empresas tecnológicas de Silicon Valley por quedarse con los ingenieros de su competencia. En esta guerra están inmersas empresas como Apple Inc., Microsoft Corp. y Google Inc. entre muchas otras. A causa de esta guerra, los salarios de los profesionales afines a esta industria se han visto casi que duplicados en poco mas de 3 años. No hubo necesidad de un decreto ni nada que se le parezca. Simplemente son empresas que generan mucha innovación, que son extremadamente rentables y necesitan a las personas que produzcan esa innovación.
En las economías desarrolladas se mide un indicador llamado Indice de Productividad Laboral. Este mide, la producción de una empresa por cada empleado que tiene. Por supuesto, los salarios de esos empleados son muy altos al compararlos con los nuestros porque la producción de dichas empresas es muy alta en proporción a su número de empleados.
Entonces, para poder lograr que nuestro país llegue a tasas de crecimiento altas, que permitan el aumento de los salarios y del bienestar general de la población, se necesita primero que todo fortalecer el sistema educativo (desde la primaria hasta la universidad) para que este sea de calidad. Sin un sistema educativo de clase mundial, enfocado en las ciencias exactas y las matemáticas, no hay la materia prima necesaria para generar una economía del conocimiento. Hay que dar prioridad a la calidad. En estos momentos nuestro país no está en lugares decorosos en las principales pruebas internacionales. Por lo menos ya se está midiendo, pero hasta hace pocos años, ni si quiera participaba en las pruebas.
Corea del Sur es un ejemplo para Colombia. Tiene casi la misma cantidad de habitantes que nuestro país. Hace 40 años era más pobre que nosotros. Su PIB per cápita era la mitad que el nuestro, pero decidieron enfocar su economía en la tecnología y empezaron a imitar a sus vecinos los japoneses. Posteriormente se enfocaron en su sistema educativo para que sus egresados estuvieran a la par de las necesidades de las empresas. Hoy día su PIB per cápita es 3 veces más grande que el colombiano y multinacionales surcoreanas como Samsung, LG, Hyundai o Kia, invaden con sus productos a todo el planeta. Sobra decir que el salario mínimo de los surcoreanos por lo menos les da para vivir decentemente, al mismo tiempo que su economía escupe a diario nuevos ricos, dado que su dinamismo es terreno fértil para los emprendedores más astutos.
En conclusión, se necesita mucho más que un comité tripartito para dar solución a semejante problema. Se necesitan líderes con visión a largo plazo y no a 4 años, que sean capaces de crear una transformación verdadera y permanente para nuestro a país.

Cordialmente,
ALBERTO CORTES