miércoles, 3 de agosto de 2011

A propósito de ECOPETROL

Últimamente he escuchado con frecuencia a las personas conversando sobre un tema de moda: la nueva emisión de acciones de ECOPETROL. Algunos amigos han solicitado mi opinión y con toda sinceridad me ha tocado responderles que no he analizado esa emisión. La verdad es que, por un lado, no he tenido tiempo para hacer la tarea y, por el otro, mi capital es tan pequeño que necesariamente debe estar concentrado y no admite diversificación por el momento. Sin embargo, me preocupa que todavía no he escuchado a la primera persona que tenga un solo argumento sólido para realizar la inversión. Están jugando al casino con el dinero que tanto les ha costado ganar y ahorrar. No estoy diciendo que la inversión sea mala porque, como ya lo dije, ni siquiera la he analizado. El motivo de mi preocupación es el hecho de saber que todos invierten sin hacer la tarea de un verdadero análisis que toma tiempo hacer.

A todas las personas que quieren incursionar en las inversiones en bolsa solo les recomiendo una cosa: Lean los libros Security Analysis y El inversor inteligente de Benjamín Graham. Si no quieren perder tiempo y dinero, en estos dos libros encuentran todo lo que necesitan saber para ser exitosos a largo plazo en la bolsa y en cualquier inversión que quieran realizar.

Se han escrito cientos de libros que tratan de enseñar los métodos de inversión de Warren Buffett, el mejor inversionista que ha dado la historia de la humanidad, leyenda viviente que con solo estornudar hace que a las bolsas del mundo les de gripa. Pero Buffett fue discípulo de Graham y fue él quien le enseño las bases de su técnica para seleccionar acciones.

A continuación transcribo para mis lectores el prólogo escrito por Warren Buffet para la última edición en español de Security Analysis. Espero que las palabras del mismo Buffett los animen a leer los libros que les estoy recomendando, pues estos pueden cambiar su futuro financiero en forma radical.

Prólogo del libro Security Analysis, por Warren E. Buffet

Hay cuatro libros en mi nutrida biblioteca por los que siento una especial predilección, y todos ellos fueron escritos hace más de cincuenta años. No obstante, seguirían teniendo un enorme valor para mí si los leyera hoy por vez primera; la sabiduría que albergan perdura en sus amarillentas páginas.

Dos de estos libros son primeras ediciones de La riqueza de las naciones (1776), de Adam Smith, y El inversor inteligente (1949) de Benjamin Graham. El tercero es, precisamente, una copia original de este libro, Security Analysis de Graham y Dodd. Estudié con este libro cuando era alumno de la Universidad de Columbia en 1950 y 1951 y tuve la suerte de tener a Ben Graham y a Dave Dodd como profesores. Estos dos hombres y su libro Security Analysis cambiaron mi vida.

Desde un punto de vista práctico, lo que aprendí por aquel entonces se convirtió luego en el fundamento sobre el cual se cimentaron todas mis decisiones comerciales y de inversión. Antes de conocer a Ben y a Dave, sentía ya una cierta fascinación por el mercado de valores. Antes de comprar mis primeras acciones a la edad de 11 años – tardé ese tiempo en reunir los 115 dólares necesarios para realizar la adquisición – había leído todos los libros de la biblioteca pública de Omaha que estaban relacionados con la inversión en Bolsa y descubrí que muchos de ellos eran fascinantes e interesantes, pero que ninguno me resultaba realmente de utilidad.

Sin embargo, mi odisea intelectual terminó cuando conocí a Ben y a Dave, primero a través de sus escritos y luego personalmente. Ellos diseñaron una hoja de ruta para inversiones que he estado siguiendo a lo largo de cincuenta y siete años. No he tenido motivos para buscar otra.

Pero más allá de las ideas que Ben y Dave me proporcionaron, estuvo la amistad, el estímulo y la confianza que irradiaron en mí. No les interesaba lo más mínimo lo que un joven estudiante pudiera darles a cambio, simplemente querían brindarme toda la ayuda que estaba a su alcance. Esto es, probablemente, lo que más admiro de estos dos autores. Estaba escrito, desde que nacieron, que serían hombres brillantes; pero ellos, además, eligieron ser amables y generosos.

Los misántropos se habrían sentido confundidos por su conducta. Ben y Dave enseñaron, literalmente, a miles de potenciales competidores, jóvenes que, como yo, estaban dispuestos a comprar valores en oferta o a involucrarse en transacciones de arbitraje, compitiendo directamente con la Graham-Newman Corporation, la compañía de inversiones de Ben. Y más aún, Ben y Dave solían exponer textos y ejemplos actuales de compañías inversoras en sus clases, por lo que, de hecho, hacían prácticamente el trabajo por nosotros. El modo en que se comportaban me dejó una profunda impresión – como en muchos de mis compañeros de clase – al igual que sus ideas. Nos enseñaron no solo a invertir con sensatez, sino a vivir sensatamente.

El ejemplar de Security Analysis que guardo en mi biblioteca y que utilicé cuando estudiaba en la Universidad de Columbia es el de la edición de 1940. Estoy seguro de que lo he leído por lo menos cuatro veces por lo que, es obvio, que para mí es un libro especial.

Ahora fijémonos, sin embargo, en el cuarto libro que acabo de mencionar, que para mí tiene un valor inestimable. En el año 2000, Barbara Dodd Anderson, la única hija de Dave, me dio el ejemplar de Security Analisys que tenía su padre. Se trata de una edición de 1934 y tiene cientos de notas en los márgenes. Fueron anotadas por Dave mientras preparaba la publicación de la edición revisada de 1940. Ningún regalo ha significado tanto para mí.

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